Hoy es un día importante.
Hoy es día de evaluación para todas las ramas, momento
importante en el que se toma conciencia de las muchas cosas que se han hecho en
el campamento durante estos días, y en el que toca valorar que nos ha parecido
cada una de ellas, quedarnos con las que nos han gustado, y hacer propuestas
para mejorar aquellas que lo han hecho menos.
Hoy es el día en el que todos y todas nos esforzamos en
intentar hacer críticas constructivas, en saber escuchar al otro y en respetar
los turnos de palabra, y lo que es más difícil todavía, en aprender a aceptar
los comentarios de los demás sobre las cosas que hacemos, tanto de las positivas
como de las negativas, ya que no es sólo el campamento el que está en
evaluación, sino la rama como grupo y las personas que lo forman.
En lo que a la forma de evaluar se refiere, hemos tenido
desde el taller de abrazoterapia de los castores, en el que además del
tradicional abrazo del oso, practicarán el abrazo sándwich, el grupal, el abrazo
de corazón, el zen y muchos más, el aplausómetro de los lobatos, el arte con
los dibujos de los Rangers, o el método de asamblea de los mayores.
Visto desde fuera, hoy el campamento casi parecía la ONU reunida en distintas comisiones de trabajo
¡qué forma de trabajar!
Pero no todo iba a ser trabajo, ya que entre un bloque y
otro había juegos, dinámicas y hasta algún espacio para tirarse al río.
Hoy es un día muy, muy importante.
Hoy es la tan esperada Noche de Pasos, en la que se realiza
la entrega de los progresos (integración, trabajo y animación), en la que
algunos miembros acompañados de un padrino o madrina realizan una promesa como
objetivo a alcanzar el curso siguiente y en la que los y las scouts de más edad,
madurez e implicación de cada rama pasan a la siguiente.
Este año la Noche de Pasos gira entorno al elemento Tierra,
así todos y todas, uno por uno, irán entrando en un gran bosque de árboles en
el que las pañoletas son los frutos que uno a uno irán cayendo al suelo al
nombrar a una persona, las promesas se pondrán en tierra junto a una semilla
que sirva para recordarlas en el futuro y los pasos de rama subirán por una
escalera de troncos representando su ascenso a la rama siguiente. Pocos
momentos pueden atesorar tanta magia como este, en el que las lágrimas y las
risas se desbordan a partes iguales, generando sentimientos encontrados… la
ilusión de pasar de rama por un lado y la pena de dejar la suya después de
tanto tiempo por otro. La Noche de pasos acabará con cada una de las ramas
plantando un árbol en la explanada como testigo y recuerdo de su paso por aquí.
Finalizada la ceremonia y todavía envueltos en la magia del
momento, los pasos de rama recogen sus cosas y se disponen a pasar la noche con
su nuevo grupo que espera para acogerles como se merecen.
Ahora toca descansar y disfrutar del momento, ya que mañana
nos espera la recogida del campamento y será un día duro.
Me he emocionado y todo! Qué cosas más bonitas hacen en el campa! Muchos besos para todos y que sigáis disfrutando!
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