- ¿Has visto las nubes?
- Sí, las he visto
- ¿Habrá vuelto?
- No lo sé, pero ya sabes que de una forma u otra siempre
acaba encontrando la forma de hacerlo
- ¿Qué hacemos?
- Ahora correr, después…
Amanece nublado en el día de hoy, lo que hace que la
temperatura hasta el mediodía sea más bien fresquita. Lo curioso es que las
nubes sobre Acebedo parecen no moverse a pesar de la ligera brisa que corre
durante toda la mañana.
Desayunamos todavía con la ausencia de Rangers y Pios para
estar al completo, pensando en las aventuras que nos dejará este nuevo día,
cuando de repente dos personas, con la angustia reflejada en sus caras, entran corriendo en el campamento. Minutos
después de hablar con el kraal sabríamos el motivo.
Rápido nos convocan a una asamblea de urgencia a castores y
lobatos, por lo que nos pusimos en lo peor, fijo habían encontrado nuestro “cara perro” y
nos iba a caer la del pulpo.
Sorprendentemente no era del “cara perro” de lo que querían
hablar, así que alivio para todo el mundo, pero la verdad es que el alivio nos
duró bien poco, ya que nuestras caras empezaron a reflejar la misma angustia
que traían las dos personas que hace un rato habían llegado del pueblo.
Hemos sabido que a principios de la edad media existió una
malvada reina oscura que utilizaba una poderosa magia para imponer su voluntad
sobre la de los demás. Un poderoso hechizo la hacía inmortal, por lo que la
forma de vencerla era debilitar su magia. El único lugar en el que se podían encontrar
los ingredientes de la pócima que la debilitaba era Acebedo, y tras cientos de
años oculta, la malvada Lemontrix lo
había descubierto y había venido hasta aquí para destruirlos, pero con lo que
no contaba eran con la presencia de los combativos Castorbatos, a los que
habían venido a pedir ayuda.
Dicho y hecho, recogimos nuestras cosas y salimos sin perder
tiempo en dirección al pueblo. Una vez allí nos distribuimos en grupos para
localizar todos y cada uno de los ingredientes de la pócima. Entre pruebas y
acertijos fuimos consiguiéndolos, siempre evitando las nubes negras que nos
indicaban la presencia de la malvada reina.
Con todos los ingredientes de la pócima en nuestro poder,
regresamos al campamento buscando protección para poder preparar la pócima que
nos permitiría escapar del peligro que cada segundo estaba más cerca de nosotros.
Lo conseguimos, la pócima estaba lista y conseguimos engañar
a la reina para que se la bebiera, y es que… ¿quien podría desconfiar de unos
jóvenes, inocentes e indefensos scouts?
Pero esperad un momento, la pócima parecía no hacerle efecto y
empezamos a sentir miedo, la habíamos traído hasta nuestro campamento, pero un momento, no, no habíamos fallado como empezábamos a creer, lentamente la reina Lemontrix empezó a entrar en un profundo sueño en el que
permanecerá durante muchos y largos años, pero no sin antes farfullar unas
palabras...
- ¿sería una maldición?
- ¿El que?
- Lo que ha dicho Lemontrix
- Rabia pura, seguro.
- No sé que pensar…
¡Bien, lo hemos conseguido! ¡Somos imbatibles!
Tanta actividad nos ha despertado el apetito así que en un
abrir y cerrar de ojos, nos hemos devorado el pollo al curry con cous-cous que
nos han preparado nuestras fantásticas cocineras.
Por la tarde los castores hemos hecho el indio, literal. Con
nuestras plumas, arcos y flechas hemos jugado, corrido, reido y saltado
por todas partes.
Los lobatos por nuestra parte, hemos acabado de rematar las
actividades sorpresa que vamos a hacerles a nuestras monis. Después hemos hecho
un taller para reflexionar sobre los estereotipos, que son, como los usamos. Había 25 palabras con las que trabajar, entre ellas
gitano, policía, pobre, rico, homosexual, heterosexual, chico, chica, musulmán,
vagabundo. La actividad ha sido muy interesante y enriquecedora, además de muy
divertida, ya que hemos tenido que hacer, mímica, teatro y muchas cosas más.
A media tarde llegábamos los rangers al campamento, con
muchas ganas de soltar el macuto, ducharnos y no hacer mucho más hasta la hora
de la cena y exactamente eso es lo que hemos hecho, entre llamada y llamada a nuestras casas.
A los rangers les siguieron los pios, que llegaron con el mismo
plan en la cabeza, salvo que misteriosamente sus cosas nos estaban en la tienda
sino que en lo más alto del mástil. Habían disfrutado durante los tres días de
marcha pensando en la cara que pondrían los rutas a su vuelta al campamento,
pero ahora las tornas habían cambiado, afortunadamente se lo tomaron con mucho
humor.
La temática de los rutas en el día de hoy ha sido las drogas
y las adicciones, con talleres y juegos de roleplaying en los que cada uno
teníamos una adicción y teníamos que comportamos condicionados por ella en todo
momento.
Casi sin darnos cuenta se nos ha pasado el día y estamos
cenando un riquísimo atún con soja y verduras, con el comedor, esta vez sí, al
completo.
Esto no puede ser nada bueno ¿lo has visto?
- ¡¿Ver que?! ¡si de repente ha desaparecido la luna y está
todo oscuro!
- ¡¿Y te parece poco…?!
Con maldición o sin ella, las fuerzas oscuras vuelven a
visitar por segunda vez el campamento. Salimos al camino a investigar y de repente aparece una bruja
envuelta en llamas, apenas nos da tiempo a escapar de ella cuando otra resucita
a dos espantapájaros que nos persiguen, cuando nos chocamos contra un bestia
devorando al druida que la creó, seguimos corriendo camino arriba antes de que la bestia decida ir a por nosotros, cuando la santa compaña nos sale al paso, así que
seguimos corriendo, ya sin aire en los pulmones, ni fuerzas en las piernas, con
un único objetivo en la mente ¡huir!
Mientras todo esto ocurría, ajenos a todo, un pequeño grupo
de castores y lobatos escuchaba cuentos en su tienda y se iban durmiendo plácidamente en el saco,
preparándose para un nuevo día y preguntándose que sería todo ese jaleo que se
oía fuera…
- Parece que les hemos dados esquinazo ¿lo habremos hecho?
- No lo sé pero yo hoy duermo al fondo de la tienda.
Alli nos llevas!!! Cuentame un cuento...molaaaaaa. Gracias!
ResponderEliminarQué chulo! Ahí me hubiera gustado estar a mí, escuchando los cuentos. Gracias!
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