Ponerse en su piel

     

“el agua salada penetra por todos mis poros, la luna esta vez no invita a contemplarla, aunque arriba, enorme, nos vigila, temo por nuestras vidas, a pesar de ser pleno verano tengo mucho frío, mis dientes castañean produciéndome un dolor -otro más- insoportable, el contacto con otros compañeros alivia algo para, no sentirme en la más inmensa desesperación”

El campamento gavilanes’18, prosigue su marcha en este estío climatológico, hoy todos juntos nos preparamos a vivir una jornada más y nada menos.

Castores tenemos nuestro día Brave, así todos bravos con las mejores pieles, caballos veloces recorreremos el  territorio, pintados con vistosos colores para defender con honor nuestro lema “Lucha siempre por tu destino”

Surgen pruebas de crecimiento, correremos a caballito, metidos en la telaraña donde discretamente pasamos por debajo, sin hacer vibrar y no despertar a la viuda negra que duerme plácidamente en el interior de su nido.

Lobatos ya nerviosos nos levantamos para desayunar, y preparar el día más guarro, pocas instrucciones, ya sabemos de lo que va el asunto. Concurso de preguntas y respuesta, fácil mecánica fallar pregunta cubo de pintura o barro, de buena tinta sé que alguno fallará a propósito…, carreras con el mismo premio.

El milagro del agua nos prepara para saborear, un estupendo guiso de carne.

Rangers, después de dormir a pierna suelta y desayunar con avidez, manjares ricos y saludables recogemos la tienda ordenamos nuestras cosas, y nos entregamos a la causa de la dinámica afectivo sexual, con Rutas, durante el desarrollo de esta experiencia nos encontramos con miradas furtivas y cómplices, también hay momento para el rubor y las típicas sonrisas de “eso ya lo sé”.

Lo realmente importante es que hemos aprendido, que actuemos con respeto y cariño.

Pioneros, trabajamos un taller sobre inmigración y refugiados, nos ponemos en su piel marroquí, latino americana, europa del este y asiáticos 

En ese mismo momento sentimos el desprecio, el asco, el frío más riguroso y el calor mas insoportable no somos pios. Ahora mi nombre es Rachid, o más bien moro, también soy Pablo o por qué no decirlo, sudaca. Otras tantas soy Petra he venido a trabajar a Madrid a un hotel con contrato de origen, en esto no me engañan, hay habitaciones, pero es un prostíbulo de carretera, de los que todos hemos visto miles. No me puedo escapar porque mi madre está controlada por las mafias allí, en San Petersburgo. El viaje me cuesta mucho más caro que de lo normal, me lo proporciona un “amigo”, el precio es debido a que voy con contrato. En otra ocasión también soy Chao Ping, pero me cambian el nombre, -los ratos que puedo salir de la fabrica de ropa clandestina, dónde trabajo 16 horas- por chino de mierda.

Interpretamos distintos papeles, algunos somos ciegos o nos falta algún miembro del cuerpo, vicisitudes de viajar en primera, supongo.

Nos metemos en una patera, algunas andamos embarazadas y sentimos el peso de nuestro bebé, con poca comida con las olas, volcando casi nuestro maltrecho barco ahora calor y luego un frio que nos hiela las entrañas, sentimos el desgarro en nuestros corazones.

El desmayo nos sobreviene a muchos, por todos estos motivos.

Al fondo mis ojos doloridos e irritados por el salitre, me dejan ver a duras penas un barco grande, blanco y con un signo rojo en forma de cruz.

Llega poco a poco la hora de la cena ¡¡fajitas para todos!! Papis, que sepáis que nos hemos comido hasta el pimiento, impresionante.

Las ramas realizan la velada cada una por su cuenta y manera, a saber, cómo diría el pregonero:

Castores, ejecutamos la modalidad horizontal dentro saco, de cuenta-cuentos. No hay que decir que muchos cayeron sin conocer el final.

Lobatos dando rienda suelta a su energía, juegan a bandera. Sin más….

Rangers con todo lo aprendido en dinámica nos decidimos por Pressing Kiss.

Colorín colorado y a dormir.

Si, un día muy intenso que alguno no olvidaremos, e intentaremos crear un mundo más justo.

Hasta mañana