Hoy castores y lobatos van de la mano y esto es casi literal, ya que ambas ramas han compartido el día, y para ellos es uno de los momentos más esperados del campamento. Por un lado tendríamos a los lobatos recordando sus tiempos de castores y por otro a los castores mayores, fijando la mirada en el grupo que les recibirá cuando pasen de rama.
Organizados en cuatro grupos en los que lobatos y lobatas se mezclan, empiezan a recorrer el pueblo siguiendo un juego de pistas, realizando a la vez un tocomocho por todo el pueblo, esto si que es multitarea y lo demás son tonterías.
Empiezan el juego de pistas en el que contarán con un lápiz y un pequeño papel en el que poder tomar notas y una clave que les pondrá en camino para llegar al primer punto de su recorrido, así uno tras otro irán encontrando, dibujos, enigmas, acertijos, claves con números de pasos en una dirección concreta, para finalmente poder completar la prueba.
Mientras van recorriendo todo el pueblo en busca de pistas, pasando por la farmacia, la panadería, la iglesia..., van haciendo un tocomocho con todo el que se cruzan. En el tocomocho empiezan con un objeto sin valor ninguno y el objetivo es ir cambiándolo a lo largo del día de forma sucesiva por otros objetos de más valor ¡les encanta! y son unos estupendos negociantes. Así que tenemos a un grupo de niños y niñas que empiezan con un clip y la ilusión de acabar el día con un chalet en la playa o un deportivo de segunda mano...
Así entre una cosa y otra han pasado la mañana conociendo el pueblo y haciendo trueque con lo que iban consiguiendo...
-Señora le cambio un boli,
- Pero si ya os acabo de dar un monedero.
-Ya, pero esos eran los del otro grupo, que nos llevan ventaja.
- Pues haber que os puedo dar.
- Mire a ver, por favor, seguro que tiene algo mejor que un monedero, una radio o un móvil que no use, eso estaría fenomenal...
Al final han conseguido una linterna, un polo (ropa, no un helado), unos pendientes que según el grupo que los ha conseguido son de oro legítimo (habrá que llevarlos a tasar), y un estupendo boli de diseño que seguro ha pertenecido a algún nobel de literatura como poco, porque hay que ver lo bien que se venden estos chicos y chicas...
Acaba la actividad de la mañana y llegado a este punto ya sabéis como sigue esto, con un....¡castores nos merecemos un baño! ¡al agua! a estos castores y a los lobatos que tampoco se quedan atrás, les van acabar por salir aletas y branquias.Y así ha sido, esta vez en unas piscinas naturales que hay cerca de San Esteban, en las que han pasado el resto del día con juegos en el agua y tiempo libre para quien quisiera.
Para comer, los cocineros les han subido san jacobos con... ¡patatas fritas!, y por la tarde subirían de nuevo para la merienda con unos estupendos bocadillos de nocilla, y es que estos cocis se lo estan currando un montón, y se tienen ganado a todo el campamento, vamos a tener que hacerles una entrada en el blog sólo para ellos ;-)
Llega el final de la tarde recogemos y de vuelta al campa que está a unos 3 km, por lo que si echamos cuentas, hoy a lo tonto, a lo tonto, sin darnos cuenta hemos acumulado otros 8 km en nuestro haber.
Las noticias para Rangers y Pioneros son las mismas, y es que no hay noticias. Siguen sus marchas según las tenían previstas, todos y todas están bien y ambas ramas llegarán mañana al campamento para afrontar ya los últimos días todos y todas juntas, y descansar un poco de la pila de km que se están metiendo al cuerpo.
Rutas han estado trabajando en las actividades de mañana, en las que harán por la mañana de monitores y monitoras de los castores, mientras que las monitoras y monitores "titulares" aprovecharán para subir al pueblo, darse un respiro tomarse un café con hielo fresquito y un helado, y por la tarde harán lo mismo pero con lobatos, pequeño descanso que necesitan y se tienen más que merecido.
La tarde, ya con las actividades preparadas, la han dedicado a revisar y comprobar las instalaciones del campamento, como apretar los tornillos de los bancos del comedor, tensar los vientos, comprobar y clavar las piquetas que se hayan movido y cosas de ese estilo.
Para cenar, los chef de cocina (es que a estos chicos había que ascenderlos) han preparado un riquísimo marmitako, que ha dejado una vez más el soniquete de fondo de...¡¿hay para repetir?! además de poco trabajo al turno de fregado.
En la velada los castores seguirán leyendo sus libros en los que pueden ir eligiendo como sigue la historia, y los lobatos hemos hecho un juego de orientación por la noche y dormiremos haciendo vivac y viendo las estrellas.
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