miércoles, 17 de julio de 2024

 Miércoles 17 de julio de 2024

Cuaderno de bitácora: tercer día de Pitucampa.

 

YO QUIERO MARCHA MARCHA. YO QUIERO

¡¡MARCHA!!

 



… Y transcurrió la segunda noche de campamento, el segundo y atareado día en el que, como reloj atómico, hicieron funcionar con precisión la maquinaria del pitucampa. Cada cual sabía su papel y lo que les tocaba realizar para lograr que ese trocito de campo fuera su entrañable hogar, sin que nadie se enterara, para no dejar rastro, lo más natural posible… para que no lo supieran ni las hormigas, ni las abejas, ni las cabras ni… ¡Gargamel!
Si, si Gargamel y su gato Azrael, que siempre merodean buscando señales de pitufxs a los que atosigar. Claro, ¿por qué pensáis si no que el Pitukraal mantiene en secreto la ubicación del campa?
 
 
Pues efectivamente, para que no llegue a oídos de Gargamel y de sus espías.
De hecho, ante las sospechas de que la intrusión de la secta malvada en el Pitucampa pudiera ser obra de Gargamel, se decidió, de manera unánime, que las piturramas de los más mayores, que tienen las piernas más largas, se fueran a inspeccionar los terrenos colindantes y explorar otras posibles ubicaciones del pitucampa… por si acaso.
Mientras, pitucastores y pitulobatxs se encargaban de la vigilancia y acondicionamiento del pitucampa, ya que estas ramas se distinguen por su gran capacidad de trabajo, disciplina y sentido común.
 
Mientras reinaba la calma en el pitucampa base, lxs PITURRUTAS recorrían las diferentes tierras, adentrándose en lo más profundo del sistema montañoso.
Anduvieron por interminables senderos, subieron peligrosos desfiladeros, cumbrearon montañas donde ya no había ni árboles, y vieron cosas que vosotrxs no creeríais, extensos valles donde reinaba la calma, profundos ibones que llamaban a bañarse a las esforzadas piturrutas, interminables bosques de coníferas asomaban allá por donde pasaban, en una jornada en la que recorrieron los 17 km más largos de la historia de los kilómetros, pero al fin llegaron, si, a Hoz de Jaca, a 1.270 metros de altitud, perteneciente a la comarca del Alto Gállego. Se trata de un antiguo pueblo con grandes casas de piedra y tejados de pizarra. Este era el punto de encuentro que previamente habían apalabrado con los piturangers.
 




 
Y esperaron preocupados su llegada… Y en el entretanto, decidieron realizar diferentes ejercicios y estiramientos para recuperar masa muscular.
 


 
Las noticias que fueron llegando de los PITUPIOS fueron muy escasas, sólo supimos de ellos una vez que hicieron un alto en lo profundo del bosque para reponer fuerzas. Su destino… Piedrafita de Jaca.
 

 
Y por fin tuvimos noticias de los PITURANGERS, retozantes por esos andurriales. Lejos de amedrentarse con la complejidad del camino, decidieron darse un refrescante baño en unas pozas que había de camino a Hoz de Jaca, llegando con tranquilidad al pueblo dónde hicieron noche con los Piturrutas.
 



 
Pero… ¿Qué ocurría mientras en el pitucampa base?...
 
La tranquilidad reinaba ….
 
Nuestro queridos PITULOBATOS pasaron la jornada de manera muy tranquila, por la mañana tuvieron que realizar tareas de acondicionamiento del pitucampa, pues las ramas que estaban de marcha no pudieron recoger y fregar ya que salieron de madrugada, pero esto no les ha importado a nuestras protagonistas y les ha sobrado tiempo para adentrarse EN LA SELVA a descubrir y recorrer el territorio de RAKSHA. Pero primero se han pintado para camuflarse y no ser descubiertos.
 

Por la noche, después de la duchita fría, cenaron y prepararon el macuto ya que al día siguiente también partían de marcha, pero antes de irse a dormir, se fueron todxs a soñar junto a las estrellas de la noche.
 
A los PITUCASTORES también les tocó fregar, limpiar y acondicionar el pitucampa. Después de estas labores se dedicaron por completo a labores artístico – creativas, (pulseras, atrapa sueños…) Estas hermosas composiciones fueron los regalos para el amigo o amiga invisible, pero eso… eso es cosa de otra jornada, que se narrará en otro momento. El empeño y la perseverancia son cualidades importantes en esta piturrama, teniendo excelentes resultados, lo que quedó recogido en este cuaderno de bitácora.
 
Ahora, en este día, sólo queda constancia de la tarde que fue empleada en refrescarse con una buena ducha, preparar el macuto cenar e irse a descansar, con la tranquilidad de pensar en que están protegidos por el resto de las piturramas que velan por ellos y ellas.
 
Al día siguiente como los pitulobatos, se levantarán apenas amanezca, para iniciar la aventura de la MARCHA…
“Yo quiero marcha marcha yo quiero….
 


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